Los riñones son otro de los órganos que se ven afectados cuando tienes diabetes y no te cuidas. A la complicación que sufre este órgano se le llama nefropatía diabética y si es severa puede causar que tus riñones dejen de funcionar.
Desde el momento en que recibes la noticia de que tienes diabetes, el médico será muy enfático en indicarte que debes cuidarte. El controlar tus niveles de glucosa (azúcar) en la sangre y mantenerlos dentro de los niveles saludables es la clave para que evites las complicaciones de la diabetes, que afectan a varios órganos del cuerpo, como el corazón y los vasos sanguíneos, los ojos, los nervios, los dientes y las encías y, por supuesto, los riñones, según el sitio vidaysalud.com.
Para entender cómo surge la llamada nefropatía diabética es una buena idea explicar de qué se trata el funcionamiento de los riñones y cómo es que la diabetes descontrolada llega a dañarlos hasta el punto de que dejen de funcionar.
Los riñones cumplen una tarea que no es nada fácil y que podría compararse con una máquina compleja de reprocesamiento. Todos los días purifican cerca de 190 litros de sangre para filtrar 1.9 litros de deshechos y el exceso de agua que se convierten en orina y son almacenados por la vejiga.
Los desechos se forman como resultado de la descomposición normal de los tejidos y de los alimentos que consumimos. Una vez que el cuerpo toma lo que necesita de los alimentos para fabricar energía y reparar los tejidos, los desechos son enviados a través de la sangre. Si lo riñones no filtraran estos desperdicios, se acumularían en la sangre y el cuerpo se intoxicaría.
La filtración de los desperdicios ocurre en pequeñas “unidades” que se encuentran dentro de los riñones y se denominan nefronas. Cada uno de tus riñones tiene aproximadamente un millón de nefronas, y allí, un pequeño vaso sanguíneo (capilar) conocido como glomérulo se une a un pequeño tubo que recoge la orina llamado túbulo y se produce un complejo intercambio de sustancias químicas a medida que los desechos y el agua salen de la sangre y entran al sistema urinario (de la orina).
¡No te descuides! Tus riñones tienen una tarea muy importante y son un tesoro que debes valorar.